Desgaste de los neumáticos Desgaste normal Los neumáticos se desgastan como consecuencia de su uso. El desgaste depende en gran parte del estilo de conducción. Otros factores que influyen sobre el desgaste son el tipo de pavimento de la carretera y las características de ésta, así como la temperatura ambiente media y el tipo de propulsión del automóvil. Los neumáticos de automóviles potentes que circulan con frecuencia a altas velocidades se desgastan principalmente en el centro de la banda de rodadura. Este desgaste se debe al pequeño aumento del diámetro del neumático en el centro de la banda de rodadura, debido a las fuerzas centrífugas que actúan sobre la rueda. Este fenómeno se observa especialmente en los neumáticos del eje propulsado, ya que el neumático presenta un cierto resbalamiento durante el accionamiento del vehículo. El resbalamiento a una velocidad de 100 km/h suele ser de 1%, mientras que a 180 km/h asciende a un 3%. Si aumenta el resbalamiento en un factor 3, el desgaste del neumático lo hace en un factor de 9. Los neumáticos en el eje delantero de un vehículo suelen mostrar mayor desgaste en el borde exterior de la superficie de rodadura. Los neumáticos delanteros están sometidos a fuerzas transversales especialmente elevadas al tomar curvas. Esto se debe, por un lado, a la geometría del sistema de dirección y, por el otro, al hecho de que (en la mayoría de los automóviles), el eje delantero tiene que soportar el peso del motor. En los vehículos con tracción trasera pueden observarse por separado los dos tipos de desgaste; por lo contrario, en los modelos con tracción delantera (motor delante, eje de propulsión delante) los dos tipos de esfuerzos actúan sobre los mismos neumáticos. Por lo tanto, estos neumáticos se desgastan con mayor rapidez que los neumáticos traseros. En los neumáticos delanteros de los vehículos con tracción trasera puede observarse con frecuencia un desgaste en forma de dientes de sierra. Los tacos se desgastan como consecuencia del resbalamiento que se presenta cuando los neumáticos se separan de la calzada a causa de la descarga de tensiones internas. El desgaste en forma de dientes de sierra puede provocar un mayor nivel de ruido al circular. En el eje delantero y trasero se presentan por lo tanto diferentes tipos de desgaste. En bien de la seguridad y para poder garantizar condiciones ideales en el tren de rodaje no es recomendable cambiar las ruedas de un eje a otro. Si se desea desgastar de modo homogéneo todos los neumáticos, hay que intercambiar las ruedas delanteras y traseras en intervalos cortos, de unos 5000 km. No hay que cambiar el sentido de giro de los neumáticos: tampoco en los neumáticos normales, que no están dimensionados para un sentido de giro determinado. Con otras palabras: hay que intercambiar entre sí las ruedas del mismo lado del automóvil, incluyendo en su caso la rueda de reserva. Este modo de proceder puede influir negativamente sobre el comportamiento del vehículo al frenar y sobre la adherencia sobre la calzada; por lo tanto, varía el comportamiento dinámico del vehículo y pueden producirse ruidos mayores de rodadura. Profundidad del dibujo prescrita, indicadores de desgaste Durante el uso del vehículo se desgastan los neumáticos. Es decir, se desprende material de la superficie de los tacos y disminuye la profundidad del dibujo. En los países de la UE, la profundidad mínima prescrita para el dibujo de los neumáticos desde el 01.01.1992 ha sido unificada a 1,6 mm . BMW recomienda un valor mínimo de 3 mm. Los neumáticos actuales suelen disponer de resaltes en el fondo de algunas ranuras del dibujo del neumático. Se trata de indicadores de desgaste de 1,6 mm de altura (TWI = Tread Wear Indicator). En estas mismas ranuras se mide la profundidad del dibujo, pero no sobre los indicadores de desgaste. Si uno de estos indicadores queda a la misma altura que la superficie de los tacos, es señal de que hay que sustituir el neumático. En la práctica se recomienda sustituir el neumático antes de llegar a esta situación. Si la profundidad del dibujo disminuye hasta 2 ó 3 mm, el volumen de las ranuras es tan pequeño que no puede absorber y derivar una cantidad suficiente de agua. Los neumáticos de invierno pierden en cierto modo sus características de conducción sobre nieve a partir de una profundidad de dibujo de 4 mm, y deben ser sustituidos por razones de seguridad. Además, la legislación prohibe también el uso de neumáticos con defectos patentes en la superficie de rodadura o en las paredes laterales, ya que podría verse perjudicada la seguridad funcional, así como neumáticos con roturas en el tejido o insertos de acero rasgados. El legislador no prohibe la circulación con neumáticos con hombros exteriores desgastados. Debe controlarse periódicamente la profundidad del dibujo de los neumáticos. Hay que efectuar esta medición en la "ranura periférica". No está permitido tallar ulteriormente los neumáticos para aumentar la profundidad del dibujo, ya que podría deteriorarse la estructura del neumático. Envejecimiento del neumático La goma de los neumáticos está sujeta a un proceso natural de envejecimiento. Con el tiempo se vuelve quebradiza, y el neumático no puede satisfacer los requerimientos exigidos. Un neumático puede alcanzar una duración máxima de unos diez años; si no se ha desgastado anteriormente, hay que sustituirlo al alcanzar esta antigüedad. Por razones de seguridad, es recomendable no circular con neumáticos de más de seis años de antigüedad. La antigüedad de un neumático puede averiguarse con ayuda del número DOT. A la hora de utilizar los neumáticos de repuesto hay que actuar con precaución. Puede ser que muestren aún la profundidad original del dibujo, pero no puedan ser utilizados a causa de su antigüedad. Si se desea integrar los neumáticos de reserva en el desgaste normal del vehículo, se recomienda el siguiente modo de proceder. Una vez que se haya desgastado (2-3 mm!) el primer par de neumáticos de un automóvil nuevo, se monta la rueda de reserva junto con un neumático nuevo en el mismo eje. Uno de los neumáticos desgastados se utiliza como rueda de reserva, de modo que se utiliza solamente para puentear periodos breves si se deteriora uno de los neumáticos en servicio. Los neumáticos de repuesto de más de 6 años de antigüedad han de utilizarse exclusivamente en caso de avería de otro neumático. A continuación, hay que reemplazarlos lo antes posible por un neumático nuevo; a la hora de cambiar los neumáticos, no hay que mezclar estos neumáticos con neumáticos nuevos. A fin de asegurar buenas características de circulación, hay que emplear siempre neumáticos de la misma marca y con el mismo tipo de dibujo. Daños en los neumáticos (originados durante la circulación) Hay que controlar periódicamente que los neumáticos no están deteriorados y que no se han incrustado cuerpos extraños; no hay que olvidar controlar al mismo tiempo el estado de las paredes laterales de las ruedas. La razón más frecuente de los daños en los neumáticos es circular con una presión de inflado demasiado baja. La presión de inflado puede disminuir por sí misma a lo largo del tiempo, lo que es imposible de apreciar si no se controla esta presión en intervalos breves. Una presión de inflado demasiado baja se manifiesta en primer lugar en un mayor desgaste de las espaldas de los neumáticos. Además, aumentan los esfuerzos de amasado en los hombros y en las paredes laterales de los neumáticos, con lo que se aumenta su recalentamiento. En tramos largos, la temperatura de los neumáticos puede aumentar de tal manera que aparecen pronto fenómenos de desprendimiento y, en casos extremos, pueden llegar a destruirse los neumáticos. Los daños aislados en la pared lateral pueden deberse a choques con los bordillos de las aceras. La carcasa puede llegar a romperse en la zona de la banda de rodadura al pasar por encima de obstáculos con aristas vivas. Ambos fenómenos se ven favorecidos por una presión de inflado demasiado baja. La aparición de zonas aisladas con una profundidad de dibujo claramente reducida puede deberse a frenazos bruscos con bloqueo de las ruedas. Gracias al estado general de las carreteras actuales, cada vez es más raro encontrar daños debidos a objetos punzantes o cortantes, pero siguen existiendo. Este tipo de daños tienen que repararse de inmediato, pues de otro modo puede agravarse el defecto hasta llegar a la capa de tejido de la carcasa. Hay que encargar las reparaciones de los neumáticos a un especialista. Si se observan cortes hay que determinar su profundidad. No debe alcanzar las capas más profundas del neumático. En caso de pinchazos hay que extraer los cuerpos extraños que se hayan podido introducir en el dibujo y medir a continuación la profundidad del deterioro. El pinchazo de un clavo puede ser reparable, mientras que un corte debilita decisivamente la consistencia de la carcasa. Un caso especialmente problemático son los cortes de cierta antigüedad. En este caso, ha podido penetrar la humedad y haber ocasionado corrosión en los cables de acero; esta corrosión puede avanzar por sí misma en la estructura del acero. Si el corte alcanza la cintura de acero del neumático - inicialmente o como consecuencia de un rasgado ulterior -, la humedad penetra con facilidad y ocasiona corrosión de los hilos de acero. La consecuencia pueden ser roturas en el tejido, incluso en zonas muy alejadas del lugar del corte inicial (el llamado efecto de pábilo). - Si han llegado a cortarse los cables de acero del neumático, no es posible repararlo. Hay que confiar al juicio de un especialista en neumáticos la evaluación de la viabilidad y reparabilidad de un neumático. En general, los tipos autorizados para altas velocidades (clases H, V, ZR, W e Y) no pueden repararse. También suele procederse con más precaución que antes en las clases inferiores de velocidad, por razones de seguridad. El encargado de llevar a cabo la reparación asume una responsabilidad plena por la utilidad del neumático. No está permitido reparar un neumático sin cámara mediante introducción de una cámara. Hay que sustituir el neumático si se observan defectos por debajo del fondo del dibujo, o si se observan bultos o roturas claras del dibujo. Las contracciones en la zona de los flancos no deben superar los 0,5 mm. En los casos especificados, hay que llamar la atención del cliente sobre la causa de los defectos observados. Es especialmente importante recordarle la importancia de circular siempre con una presión de inflado correcta y de controlar la presión cada dos semanas. Recomendación de BMW: Reparar los neumáticos solamente en casos de emergencia. Después de este tipo de reparación, hay que sustituir cuanto antes el neumático dañado. Daños en los neumáticos (causados por deficiencias del vehículo o durante el montaje del neumático) Un desgaste no homogéneo de los neumáticos (por ejemplo, desgaste por abrasión sólo en uno de los hombros) puede deberse a deficiencias en la geometría del tren de rodaje. En ese caso hay que controlar la caída y la convergencia de las ruedas. Si se trata de un automóvil que ha sufrido un accidente, puede ser que los dos ejes no sean exactamente paralelos como consecuencia de una reparación incorrecta. En ese caso hay que acudir al taller para una sesión de alineado de los ejes. Si se observa en el neumático un desgaste acusado en distintas posiciones, distribuidas a intervalos fijos sobre el perímetro de la rueda, hay que buscar el origen en la vibración de la rueda afectada. En este caso suele sufrir también la suavidad de marcha. Una rodadura irregular puede deberse a las siguientes causas: - Holguras o piezas deterioradas en el mecanismo de dirección - Holguras o piezas deterioradas en la suspensión de las ruedas - Holguras o piezas deterioradas en la amortiguación de las ruedas - Amortiguadores defectuosos Los daños en el talón del neumático pueden originar un asiento inseguro del neumático sobre la llanta y, como consecuencia, pérdidas inapreciadas de aire, con las consecuencias ya comentadas más arriba. Generalmente, los talones se deterioran a causa de un montaje incorrecto de los neumáticos. Por ejemplo, si no se ha aplicado pasta para el montaje o se ha utilizado una cantidad insuficiente. En este caso, el talón no puede moverse con facilidad respecto a la pestaña de la llanta, y puede tensarse excesivamente o deteriorarse. También puede estropearse el talón del neumático si se emplean herramientas deterioradas para el montaje. Si se detectan daños en el talón de un neumático hay que sustituir éste lo antes posible. Hay que examinar también los neumáticos por si presentan flatspots (aplanamiento del neumático a causa de una deformación permanente bajo la acción del calor). Es posible arreglar los flatspots calentando los neumáticos durante un tramo de circulación a velocidades moderadas y dejándolo enfriar a continuación.
En mi coche ya con 9000 km empiezo a notar el desgaste el los exteriores de las ruedas delanteras, imagino que con el doble de km se vea poco dibujo en el exterior. Son pirelli eufoia 225/45/17 y suspension deportiva. Buscando en el foro he visto que es un problema endemico de los E-90. ¿En las ruedas de otros fabricantes es tan acusado? Me pues a buscar en el TIS y encontre este documento, le paso completo ya que abarca bastantes conceptos interesantes.
Yo llevo suspension deportiva con 205/55/16 Bridgestone (originalmente) y Dunlop ahora... y también se desgastan, aunqeu no empecé a notarlo hasta los 15.000. Con 35.000 tuve que cambiar las 4 ruedas!
Hay por ahi un programa que si le pones un texto, te lo lee,... hasta con voz sexy de mujer. Anda vagueeete,
gracias por a informacion aunque yo me he quedado a medias.con el peazo de ladrillo y lo poco que me gusta leer...
Hola Yo Tengo Un Serie 3 Del Marzo Del 2005 Y Tengo 35000km Y No Tengo Mucho Desgaste Todavia Tengo Una 255/35 18 Gomas Brigestone