El carné de conducir, prioridad de los jóvenes después de los amigos Cuatro de cada diez creen que el actual examen no les capacita lo suficiente para ponerse al volante con seguridad Los jóvenes de 15 a 29 años son 'carne de cañón' para las carreteras españolas. Este colectivo pone cada año un tercio de los muertos de tráfico y el 40% de los heridos graves y leves, una de las tasas más altas de Europa. Los expertos se preguntan el porqué de esta sangría y apuntan como respuesta a la combinación de varios factores: la inexperiencia al volante, la nocturnidad de sus escapadas y la presencia de alcohol y drogas, entre otros. El coche es cada vez más un pilar central de la cultura juvenil. Empujados también por las enormes dificultades para acceder a una vivienda, los jóvenes se vuelcan en sus coches, y tener carné de conducir se ha convertido en su segunda prioridad vital, sólo superada por la relación con sus amigos. Es una de las conclusiones que extrae la X Encuesta de Movilidad y Seguridad Vial del Real Automóvil Club (RACC) de casi 6.000 entrevistas a chicos y chicas entre 16 y 29 años. Interpelados por sus principales preocupaciones, los encuestados son claros; primero, las amistades, con una puntuación de 8.18. Le sigue muy de cerca el permiso de conducir (8.15); en tercer lugar, disponer de casa propia (7.97), y, en cuarto, tener vehículo propio. «La movilidad está muy presente en la vida de los jóvenes», corrobora Alfonso Perona, secretario ejecutivo de la Fundación RACC. De hecho, casi la mitad de sus desplazamientos los hacen en coche, sobre todo los fines de semana; el 30%, a pie, y recurre al transporte público una cuarta parte (25%). La encuesta revela una paradoja. Pese a la importancia que le otorgan al permiso de conducir, casi cuatro de cada diez jóvenes (38%) opinan que no les capacita para ponerse al volante con la debida solvencia. A juicio de Perona, hay una conciencia general de que el actual sistema de enseñanza y exámenes «no es suficiente», de que es necesaria una reforma integral del proceso educativo viario, incorporar la enseñanza de los códigos viarios a los planes de estudio, como ocurre en Francia, e incluir cursos de formación continua en conducción, entre otras posibles fórmulas. Por lo demás, los jóvenes españoles no conducen tan mal como piensa el conjunto de la sociedad. Sus pecados al volante son casi los mismos que los de ciudadanos más añosos. Se exceden con la velocidad, ponen la música alta, hablan por el móvil, conducen cansados y aunque hayan bebido. En cambio, utilizan el cinturón de seguridad en el 93% de sus desplazamientos -más que los mayores-, y respetan bastante las señales de circulación, en particular el semáforo rojo. diariosur.es/prensa
Hombre, eso de q es la segunda preocupación... Es la segunda opción de todas las q proponen. Pero de ahí a decir q es la 2ª preocupación de los jóvenes va un trecho. Yo pondría por delante el terminar la carrera, encontrar un buen trabajo...
