La memoria colectiva todavía asocia el terciopelo al boato de los reyes. Por eso es normal la impresión que causa el interior del Maserati GranSport MC Victory, forrado del terciopelo (azul) del siglo XXI: el tejido Alcántara, que en este caso comparte espacio con materiales habituales del lujo deportivo como la fibra de carbono, el cuero y el aluminio. Impecable es un adjetivo que se queda corto para definir el acabado de este GranSport, al que cuadra mejor el de primoroso. Su excelencia se aprecia en todos los detalles, desde las bridas que sujetan el extintor a los pies del copiloto (a quien causa, por cierto, no poca incomodidad) hasta las nuevas y preciosas salidas de aire para las plazas traseras, en las que se goza de mayor espacio del previsible. Cuesta trabajo tirar el cuerpo hasta la altura de los asientos que ha tomado prestados del MC12 de competición, a cuya victoria el año pasado en el Campeonato FIA GT rinde homenaje esta serie de 180 unidades (ambos automóviles en la imagen inferior). Ahora bien, una vez acomodado en el baquet, los kilómetros se suceden sin hacer mella en forma de cansancio o dolor. No pueden regularse más que en distancia e inclinación, pero un buen diseño lo suple todo. En cuanto a la sujeción lateral, si sirven para un bólido de más de 600 caballos, sobra para uno de sólo 400. Cuando el tráfico se despeja podemos empezar a jugar con las paletas del cambio. Hechas también en fibra de carbono, su tamaño de casi un palmo parece excesivo a primera vista, pero pronto se comprende que son las idóneas para un deportivo que, a diferencia de un Fórmula 1, permite más de dos vueltas de volante. En otras palabras, cuanta más superficie en la que acertar con el dedo en un momento de apuro entre curvas, mejor. Cuesta decidir qué resulta más cautivador, si el doble embrague con el que el coche se facilita a sí mismo la operación de reducir o los martillazos dulcemente amortiguados que recibimos por popa al subir marchas. No hace falta explorar en las 7.000 revoluciones que dan la potencia máxima, cambiar a 5.000 basta para sentir ese estacazo entre brutal y delicado, como de terciopelo. La suspensión del coche, de doble trapecio en los dos ejes con sistema de ajuste continuo, muestra la misma clase de dulce brutalidad del Cambiocorsa derivado de la F-1. En su posición Sport convierte al MC Victory en la clásica tabla altamente eficaz pero muy incómoda, en tanto que su modo de funcionamiento estándar ofrece toda la información sobre cualquier accidente de la calzada pero haciéndola pasar por otro misterioso tamiz de terciopelo. Esta portentosa experiencia de sentir con toda fidelidad el asfalto y al mismo tiempo flotar sobre él, convierte a esta versión del sistema Skyhook en la mejor aliada para el uso cotidiano, dejando el modo Sport para momentos escogidos. Por discreto que sea el coche, no hay público en el que no despierte expectación. Ni las abuelas de un pueblo serrano ni los agentes de su policía local se sustraen a su encanto, aunque sólo sea por el estruendo del motor V8 —y eso que nos cuidamos mucho de no pulsar la tecla Sport, que transforma el fragor del escape en rugido— o el rapto patriótico de labrar la bandera italiana en las aletas delanteras. A uno de los policías, al parecer buen aficionado a las publicaciones del motor, no le pasaron inadvertidos ni los spoilers delantero y trasero de fibra de carbono azul ni las llantas de 19 pulgadas de color gris mercurio con pinzas de freno rojas. Tampoco la matrícula francesa del vehículo ni la placa interior que lo acreditaba como el número 21 de una exclusiva cuadra, todo lo cual convertía a nuestro Maserati perdido en la sierra de Madrid en posible víctima de un robo. Dadas las necesarias explicaciones, y teniendo para nosotros que coches como éste viajan en camión cuando son sustraídos, pudimos continuar gozando de la salvaje delicadeza del MC Victory hasta un garaje donde la bella máquina azul pudiera descansar tranquila, lejos de miradas codiciosas y ávidos dedos que proclaman su culpa marcados en las ventanillas. FICHA TÉCNICA Potencia. 400 CV a 7.000 rpm. Prestaciones. De 0 a 100 km/h: 4,85 segundos. De 0 a 1.000 metros: 23 s. De 80 a 120 km/h: 4,3 s. Velocidad punta: 290 km/h. Precio. 128.116 euros.
Me pregunto si habrán dejado algo de alcántara para otros coches del mercado Por otra parte bodito pero no precioso. El motor anda pero no es el mejor Es el coche PERO
Indudablemente un maquinón... Pero no me acaba de convencer esa linea de "gran turismo" clásica con los acabados racing.. Eso si, detalle de elegancia esa Becker....
Yo es que paso de la fibra de carbono, hasta "de palo", coincido, en este tipo de coches. Me huele ya un poquillo a simple serie especial de coche "en retirada" del mercado y con sustituto inminente (me encanta, pero da igual: a Gransport muerto, Gransport puesto)
El otro día pude llevar un Grand Sport 4420, ademas nuevo 14.000 km, pero quedaba eclipsado por un DB 9 que encima el dueño arrancó.............sublime
Jod q maravilla esos d maserati son buenos,,, un coche elegante y perfecto donde los haya,, por cierto seguro q corre algo mas, un saludo.
a mi la verdad no me gusta nada las pocas cosas y detalles interiores que tiene... TODAVIA CON UN CUENTAKILOMETROS DE RUEDECITAS!!!!! y sin climatizador, si no con esas ruedas para el aire y tal.... no se, pero por un coche de ese precio, podian esmerarse mas
Por ese precio y ese coche prefiero mil veces un M5!!! o un m6 y tengo muuucho mas motor, y muucho mas coche al final....... es solo para los que deseen gastar un poquito mas en exclusividad que en el valor real del carro
pues yo estoi contigo, prefiero un M6, que anda mas y ademas, tiene mejores acabados y una linea mas moderna
Tu lo has dicho ,la exclusividad es la exclusividad y ese es un montante bastante grande en el precio que tiene. A mi me encantan ese tipo de coches,lineas preciosas