Luces, neumáticos, amortiguadores… Revisa tu coche para evitar accidentes. Éste es el consejo de Asetra, la Asociación de Talleres de Madrid. En otoño, con la llegada de las lluvias, el pavimento deslizante puede ocasionar más de un siniestro. Si revisamos ciertos elementos de nuestro vehículo, reduciremos riesgos. La lluvia y la niebla, que comienzan a aparecer en estas fechas, complican la circulación, aumentando el riesgo de sufrir un accidente. Así lo explica Asetra, la Asociación de Talleres de Madrid, que recomienda a los conductores efectuar una revisión de su vehículo con el fin de evitar, en la medida de lo posible, un siniestro. El fallo humano está presente en muchos incidentes, pero una mala conservación de nuestro coche y un mantenimiento poco adecuado pueden conducir a un fallo mecánico de graves consecuencias, afirma la entidad. El conductor debe tomar conciencia de la importancia que tienen dichas revisiones para la seguridad vial. Es cierto que conllevan un desembolso económico, pero Asetra ha querido recordar que este coste siempre será menor que el ocasionado por un accidente. Así, la asociación recomienda prestar especial atención a los neumáticos, los amortiguadores, los frenos y al sistema de iluminación. Las cubiertas son el único punto de contacto entre nuestro automóvil y la carretera, de ahí la importancia de un correcto mantenimiento. Su adherencia se reduce cuando la humedad, la nieve, la lluvia o el hielo hacen su aparición, por lo que comprobar su desgaste es vital. El dibujo debe tener una profundidad de 1,6 a 2 milímetros, con el fin de que la evacuación del agua de la calzada sea óptima. También hay que revisar la presión: si ésta es incorrecta, el agarre del neumático se verá comprometido, especialmente si la carretera está mojada. Una presión demasiado baja cierra los canales de drenaje. Asimismo, debemos inspeccionar la alineación de las ruedas para contar con una mejor direccionalidad del vehículo. Amortiguadores: revisión cada 20.000 kilómetros Unos amortiguadores gastados afectan negativamente a la estabilidad del vehículo, aumentan las distancias de frenado y provocan que sea más difícil mantener la trayectoria deseada. Todos estos factores se ven agravados si el pavimento está mojado. Según Asetra, son muchos los conductores que desconocen cómo detectar un amortiguador deteriorado, por lo que la entidad recomienda encargar al taller su revisión cada 20.000 kilómetros, tal y como advierten los fabricantes. Los frenos son vitales Las distancias de frenado aumentan sobre una carretera mojada. Si añadimos a esto unas pastillas o unos discos desgastados, pérdidas o envejecimiento del líquido o unos reglajes inadecuados, el riesgo de sufrir un accidente es muy elevado, señala la asociación. Para circular con mayor seguridad, es recomendable encargar al taller el examen de las pastillas, los discos, la bomba, las tuberías y el nivel del líquido de frenos. Asimismo, se debe comprobar una posible pérdida de eficacia debido a su envejecimiento: un líquido “caducado” propicia la formación de burbujas en el circuito, lo que alarga la frenada. Hay que cuidar la iluminación Con la niebla, la lluvia y la nieve, ver y ser vistos es de vital importancia, con el fin de no poner en peligro nuestra seguridad y la del resto de los usuarios. Así, debemos verificar el reglaje de los faros (evitaremos el deslumbramiento de otros conductores) y el envejecimiento de las lámparas y de las ópticas, que reduciría el nivel de luz y su alcance.