Una red controla turnos para hacer gestiones en Tráfico y exige dinero a los usuarios Málaga Un grupo organizado consigue gran cantidad de números para ponerse en cola y pide hasta siete euros por ellos cuando están agotados La Jefatura conoce la situación, pero dice que no puede hacer nada porque «actúan en la calle» La picaresca ha llegado hasta la sede de la Jefatura Provincial de Tráfico en la calle Mauricio Moro Pareto en la capital. Un grupo de varias personas perfectamente organizadas aprovecha que los números para ser atendidos en las ventanillas se agotan a mitad de mañana para venderlos en la calle al mejor postor. Hasta siete euros llegan a pedir por el preciado tique. SUR ha podido comprobar in situ esta situación de la que los responsables de la Jefatura Provincial son conscientes aunque aseguran que no pueden hacer nada «porque actúan en la vía pública sin coaccionar a nadie». En estas dependencias, donde acuden los usuarios para hacer múltiples trámites -desde renovar el carné a dar de baja un vehículo- son numerosos los carteles que advierten de que los números son gratuitos. A pesar de los dos guardias de seguridad que vigilan el recinto; de que los números se dispensan de manera electrónica, y de que son entregados en mano por un funcionario, estas personas continúan con un pillaje que tiene como víctimas a los usuarios, que terminan convirtiéndose en cómplices. Este periódico ha desplazado hasta allí cuatro redactores en distintos días durantes las últimas semanas y ha podido comprobar la facilidad con la que se puede acceder, previo pago, a uno de estos tiques. De hecho, en todas las ocasiones, un miembro del grupo les ha ofrecido un número, como el que aparece reproducido bajo estas líneas y que fue adquirido en la puerta de Tráfico por cinco euros, después de regatear por él. La oficina abre a las 9 de la mañana en verano. Para entonces, ya hay una larga lista de usuarios haciendo cola para conseguir un turno. Pero no es hasta las 11.30 cuando los vendedores empiezan a actuar. Sobre esta hora, ya se han agotado los números en las cuatro ventanillas que los dispensan de forma automática, en Información y en Caja. Para la mayoría de los trámites es necesario aportar este tique, que un funcionario entrega en mano, de forma que nadie puede cogerlo directamente sin haber justificado la gestión que va a realizar o haber pagado las tasas correspondientes. El gancho Lo habitual en verano es que no se repartan más de 300 ó 350. A partir de ahí, las ventanillas colocan el cartel de agotado para que quienes hacen cola -muy numerosos a esa hora- sepan que tendrán que volver al día siguiente. Resignados a abandonar el recinto, son presa fácil para los integrantes de este grupo que les abordan ofertándoles el ansiado turno. La compraventa siempre se realiza fuera de la sede de Tráfico y el modus operandi es idéntico. Se acercan al usuario ofreciéndoles ayuda. No resulta extraño ya que en la puerta de esta oficina suele haber comerciales que intentan conseguir clientes para centros de reconocimiento médico e incluso es muy tradicional la presencia de voluntarios que, a cambio de una pequeña aportación, echan una mano a los conductores para rellenar los documentos. Amparado en esta normalidad, el gancho de la red suele ser una persona que se acerca al usuario y que, tras enterarse de que carece de turno, le ofrece «otro tipo de ayuda». «Te puedo conseguir uno, pero tendrás que darme algo por él», susurra. Inmediatamente señala a su cómplice, 20 metros más allá. Desde la calle, controla el marcador que está sobre las ventanillas. Él se encarga de fijar el precio que, de partida, suele oscilar entre los seis y siete euros, según el día y la persona. Con voz baja y a escondidas ofrece uno de los números que tiene en la riñonera y el cambio del importe. Incluso llega a orientar al comprador sobre el tiempo exacto que le queda de espera hasta que salga su número. Acto seguido, sólo hay que volver a entrar con el preciado tique y ponerse en la cola. La impunidad con la que actúan les lleva a entregar tarjetas de visita con su nombre por si hay que regresar otro día y se necesitan sus servicios. «Mi hermana tiene que venir mañana para renovarse el carné, ¿estarás por aquí si no hay números?», pregunta una conductora. «Siempre estoy en la puerta, dile que me busque por mi nombre o si no, dale mi tarjeta», contesta la persona que hace de gancho. Sin poder actuar Desde la Jefatura Provincial de Tráfico, su máximo responsable, José Vico, apunta a la dificultad para controlar a las cientos de personas que pasan a diario por este recinto. «Esta situación es fruto de la picaresca, están en la calle y por tanto desde la Jefatura no podemos actuar», afirma Vico, quien añade: «No coaccionan a nadie, sino que tanto vendedor como cliente quieren beneficiarse. La persona que compra un número hace algo como mínimo inmoral». diariosur.es
Por favor. Pero dónde estamos llegando a parar...[-( :vom: Y como siempre, no se puede hacer nada contra éstas máfias?... Pero que pena y que asco.
Si los de tráfico lo saben, claro que pueden hacer algo, que no paren de dar números, en madrid coges número y lo mismo te toca venir al dia siguiente. Si trafico no corta el dar numeros no tiene sentido cogerlos para venderlos, cuando toque el turno de los numeros fantasma se corre el turno y apañao. Creo que
seria una solucion, otra es no comprar los numeros o irse a la provincia mas cercana, yo voy a guadalajara porque en madrid se tarda mucho.
no podrian poner un radar ahi para regular la velocidad a la ke salen los tikets???? porke, digo yo, si un tio vende tikets de trafico en la calle es porke los coge no? porke no controlan el dispensario de tokets??? enfin, ahora dentro de la empresa de ladrones parece ke hay chorizos subcontratados saludos!
