Yo en una playa de Portugal (Ancora) me libré por los pelos con el coche de mi padre. Me lo llevé de vacaciones y fuimos una tarde a aquella playa. Al volver a la recta de tierra (aparcamiento), estaban todos los coches abiertos y las puertas taladradas. El mio fue el único que no tocaron, ya que debían ser principantes (menos mal) y no se atrevieron. El policia GNR que apareció por allí explicó que no les faltaba nada del interior, ya que iban a por coches enteritos. SALUDOS